Desafíos de escribir un libro de no ficción

EsaCosa - Desafíos de escribir un libro de no ficción

¿Qué tan complejo es escribir un libro de no ficción?

La respuesta es corta: escribir un libro de no ficción es muy complejo.

Si alguien te dice lo contrario, si alguien te vende la idea de escribir un libro en un mes, al menos ponlo en duda.

Escribir un libro de calidad, digno de ser leído, no es sencillo. Seguramente lo presientes.

Quizás tienes excelentes motivaciones y entiendes todos los beneficios, pero también te puedes hacer cierta idea de la epopeya que estás por emprender.

Debes mentalizarte.

Escribir un buen libro de no ficción es difícil.

También es agotador.

Es, sin lugar a dudas, un verdadero desafío.

Pero es un desafío superable y sumamente gratificador.

Como cuando llegas a la cima de la montaña y puedes finalmente disfrutar de la inmensidad de la naturaleza. Escribir un libro vale la pena.

Así que antes de apagar tu computadora y poner en pausa —indefinidamente— el proyecto de publicar tu libro, espera un momento y reflexiona con nosotros.

Tu futuro libro es una obra extensa con información de calidad. 

Al escribir tu libro de no ficción te estás parando en el lugar de experto. Le estás contando al mundo lo que sabes. Estás explicando procedimientos, metodologías, ideas, conceptos. Estás ayudando a alguien a solucionar sus problemas.

Por lo tanto, tienes que dar lo mejor de ti.

Si quieres tener resultados positivos, debes saber qué situaciones estás por enfrentar

esacosa -  Entiende los desafíos de escribir un libro de no ficción

Entiende los desafíos de escribir un libro de no ficción

Recuerda: ser un experto en tu área no te convierte instantáneamente en un escritor experto. Y eso está bien, no tienes por qué serlo.

De hecho, para escribir un libro de no ficción no necesitas ser un escritor talentoso.

Las dificultades de escribir un libro tienen que ver con otras cuestiones: 

  • No tener ideas u objetivos claros

  • Falta de constancia o dedicación

  • No saber por dónde empezar

  • Dispersión

  • Desorden

  • Falta de confianza

  • Falta de práctica en el arte de redactar historias, ideas y conceptos

  • Desconocimientos sobre la industria editorial y sus procesos

  • Falta de ayuda o de una mano extra 

  • Y algunos más

Comprender este tipo de cuestiones es fundamental para superarlas. Veamos las más importantes:

Desafío 1: tener un plan

Sin un objetivo claro y una estrategia lógica, un proyecto de unos 8 o 9 meses puede convertirse en un proyecto de años o, lo que es peor, en un proyecto sin fin.

Comenzar a escribir sin la idea general de tu libro puede ser un buen ejercicio creativo y divertido, pero no necesariamente rentable.

El gran error de muchos profesionales es sentarse a trabajar un manuscrito sin antes haber definido la idea y los objetivos del mismo. ¿Las consecuencias? Dispersión, frustración, confusión, abandono.

Puede ser fácil perderte en tus conocimientos si no ordenas tus ideas antes de volcarlas al papel o a la pantalla.

Desafío 2: dedicarle tiempo y constancia

Parece obvio decirlo, pero muchos proyectos de escritura no llegan a ninguna parte por falta de tiempo, dedicación y constancia.
Sabemos que es difícil conseguir un espacio cuando eres un profesional solicitado con una agenda muy apretada. 

Y hay que reconocerlo: lo urgente suele desplazar a lo importante.

Es fácil posponer el trabajo sobre tu libro —aunque tenga muchísimos beneficios para tu carrera profesional y tus modelos de negocio—  para atender asuntos cotidianos.

Hacerse un espacio para trabajar y hacerse una rutina es uno de los desafíos más complejos y amerita una gran fuerza de voluntad.

Desafío 3: ordenar las ideas y escribir con claridad

Escribir es mucho más que escribir.

No se trata únicamente de escribir tus conocimientos. También tienes que ordenarlos.

¿Qué tienes para decir? ¿Qué dices primero? ¿Qué dices a continuación? ¿Por qué decirlo así y no de otra manera?

Es fácil saltarse esas preguntas y pensar que escribir puede ser un acto natural e impulsivo.

También es fácil pensar que ser un excelente orador —la mayoría de los consultores expertos pueden conversar fluidamente sobre su disciplina— te permitirá escribir con facilidad. No siempre es así.

Hacerse entender en lenguaje escrito es más complejo de lo que parece y requiere otro tipo de habilidades.

¿Quieres que tus ideas y conocimientos sean comprendidos por tu público? Primero debes ordenarlos y luego explicarlos correctamente.

Entonces, otro gran desafío de escribir un libro está en armar una buena diagramación de los capítulos de tu libro.

Desafío 4: gestionar el proceso de publicación

Una vez que la redacción de tu libro está terminada, entran en escena cuestiones relacionadas con la gestión del proceso de publicación.

Si estás trabajando con una editorial tradicional, podrás desentenderte de muchas de las tareas. Si bien pierdes terreno en derechos de autor, regalías y libertad creativa, el camino se hace más liviano.

Pero si estás por tu cuenta como autor autoeditado, conservas tus derechos sobre el libro, te quedas con más regalías y mantienes tu libertad creativa, las tareas pueden ser abrumadoras:

  • Hacer la corrección de estilo y ortotipográfica de tu libro

  • Diseñar la cubierta

  • Diseñar del interior en formato impreso y digital

  • Gestionar el ISBN y el código de barras

  • Publicar tu libro en una plataforma digital

  • Activar acciones de lanzamiento 

Aquí tienes dos caminos: ejecutar todas esas tareas tú mismo y convertirte en corrector de estilo y en diseñador visual, o conseguir profesionales del sector que puedan ayudarte con todo el proceso.

Ambos caminos son iguales de desafiantes.

Enfrenta y supera los desafíos con un método

Un libro de no ficción, aunque desafiante, puede ser un proyecto ejecutable si tienes un buen plan.

Puedes tener todo el talento del mundo, pero si no tienes una metodología de trabajo quizás el talento no sea suficiente.

Nuestra recomendación es que pruebes con nuestro proceso de trabajo.

El camino se volverá mucho menos empinado y la experiencia te resultará más satisfactoria.

Nuestra metodología está validada y sin dudas te ayudará a enfrentar las principales complejidades a la hora de escribir un libro.

Un proceso te ayuda a armar un plan, establecer tus objetivos, determinar tu público, definir la idea general de tu libro y diagramar los capítulos.

Un proceso te ayuda a organizar tus tiempos para darle prioridad a lo importante.

Un proceso te ayuda a organizar tus ideas, conocimientos e historias para poder transmitirlas correctamente.

Un proceso te sirve de guía para enfrentar todas las tareas de producción, implementación y difusión de tu libro.

Insistimos: escribir un libro puede ser complejo, pero también es un trabajo que trae grandes beneficios y satisfacciones.

Una montaña que vale la pena ser conquistada.

 

¿Tienes un libro en tu cabeza?

Te acompañamos a escribirlo, diseñarlo y publicarlo

Walter Giu

Trabajo en Estrategia y Dirección de contenidos para empresas y proyectos digitales

https://waltergiu.com
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